Cuando la incontinencia nocturna continúa pasados los 5 años, muchas familias optan por llevar a su hijo al médico para descartar problemas físicos. Generalmente, el primer paso consiste en una visita al pediatra, quien, sobre la base de sus conclusiones, puede derivar a tu hijo a un urólogo.
Para muchos niños, quienes desconfían de los médicos de por sí, ir a un urólogo puede ser un paso intimidante que agrega aún más ansiedad a la que ya sienten. Sin embargo, la visita puede ser importante para garantizar la salud de tu hijo. Además, si saben con anticipación lo que deben esperar, ambos se sentirán más cómodos y probablemente se beneficien más de la cita.
Prepárate Para Hablar
Exámenes Y Más Exámenes
Durante el examen, el médico generalmente observa la espalda del niño para verificar si existen deformidades de la columna vertebral, palpa su abdomen para ver si está estreñido y hace que camine sobre sus dedos y talones para verificar la coordinación. Además, el médico examinará los genitales del niño para asegurarse de que todo está formado y en correcto funcionamiento.
Si tu hijo también experimenta incontinencia diurna, el médico puede realizar exámenes más especializados para descartar problemas físicos. "El médico puede usar un uroflujómetro, que es como un inodoro sofisticado", comenta el Dr. Cooper. "Cuando el niño orina en él, se traza la tasa de flujo de orina". Si el médico ve un patrón irregular en el diagrama de flujo, podrá saber si hay algo que bloquea el flujo de orina.
El médico también puede tomar una ecografía del abdomen del niño para verificar que la vejiga se vacía y funciona con normalidad.
Analizar Las Opciones
"El doctor no impone el tratamiento, se recomiendan varios tratamientos para que el padre y el hijo decidan", agrega el Dr. Cooper.
Preparación Para La Consulta
En primer lugar, conversa con tu hijo sobre el motivo por el que va al médico y lo que debe esperar de la consulta a fin de prepararlo. "Los niños se sienten incómodos por venir", afirma Arnhym. "Señalar que los otros niños que estarán en la sala de espera van por la misma razón puede ser de gran ayuda".
"Definitivamente, debes hablar del hecho de que el médico revisará sus partes íntimas, y que está bien porque mamá o papá estará allí", dice el Dr. Cooper. "La mayoría de los niños, con un poco de preparación, está de acuerdo con eso".
Asimismo, habla con tu hijo acerca del compromiso que tiene tu familia para solucionar la incontinencia nocturna en conjunto. "Cuando viene un niño que tiene una relación abierta con sus padres, tiende a dar más información que puede solucionar el problema y ayudarlo más", acota Arnhym. "Cuando la incontinencia es un tabú y no se habla de ella, es difícil averiguar cómo se siente el niño".
Para preparar los exámenes físicos, lleva un control diario de los hábitos intestinales y de la vejiga de tu hijo durante el día y la noche. Antes del examen de orina, el niño debe tratar de llenar su vejiga para así entregar una muestra. "A veces, aunque se tengan las mejores intenciones y preparación de hidratación, el niño necesitará ir al baño justo antes de la cita. Así que prepárate, porque tomar una muestra de orina puede tardar un par de horas", dice el Dr. Cooper.
Antes de la consulta, considera que tan agresivo quieres que sea el enfoque del problema, si es que así lo deseas. "Si la incontinencia nocturna no supone un riesgo para la salud, entonces la decisión es del niño y de sus padres, de modo que deben hablar del tema con antelación para ver cómo desean tratarla".
Una visita al urólogo es un paso importante para los niños que siguen mojando la cama. "Superar la incontinencia nocturna es un proceso, no es algo que se solucionará en una semana o con un medicamento", señala Arnhym. Sin embargo, ya sea que decidas tomar una medida específica o no, la consulta, al menos, hará que tú y tu hijo hablen sobre el tema de la incontinencia nocturna y esa puede ser una de las mejores soluciones.
Historia Oral
- ¿Con qué frecuencia moja la cama el niño o tiene un accidente durante el día?
- ¿Con qué frecuencia orina el niño y cómo es el flujo?
- ¿Con qué frecuencia tiene evacuaciones el niño? ¿Se estriñe? ¿Hay manchas en las evacuaciones? ¿Son las evacuaciones particularmente duras o blandas?
- ¿Qué tan profundo duerme tu hijo? ¿Qué tan fácil le resulta despertar?
- ¿Tuvo alguno de los padres un problema de incontinencia cuando era niño?
- ¿Hubo complicaciones cuando nació el niño?
- ¿Cómo les fue con el aprendizaje para ir al baño? ¿Alguna vez su niño estuvo seco?
Estos artículos no son un sustituto de la opinión médica, consulta a tu médico según sea necesario.